Ayer, nuestro espacio se llenó de la energía vibrante de Fundación Vicente Ferrer, una entidad con la que hemos tejido una historia de colaboración en constante evolución a lo largo de los años.
La Fundación Vicente Ferrer está dando pasos audaces hacia la internacionalización, especialmente a través de proyectos cautivadores en el corazón de Nepal. En nuestra última reunión, exploramos horizontes nuevos, trazando rutas que fortalecerán aún más nuestra colaboración y amplificarán el impacto positivo de su labor. En este encuentro, fuimos testigos de la convergencia de visiones y misiones compartidas. Agradecemos profundamente a la Fundación por abrirnos las puertas a su visión y por contagiar con su pasión transformadora. Nos llena de emoción anticipar las prometedoras oportunidades que esta alianza nos depara en el próximo año.
Cada intercambio de ideas ha fortalecido los cimientos de esta colaboración, haciéndola más robusta y significativa. En el horizonte, visualizamos proyectos conjuntos que no solo enriquecerán nuestras respectivas trayectorias, sino que también contribuirán al bienestar de comunidades en Nepal y en la India, donde hemos estado apoyando el proyecto ‘Bicicletas por la educación’ desde hace varios años.
Este compromiso compartido trasciende la mera colaboración; es un vínculo que se nutre de la solidaridad y el propósito común. Estamos emocionadas por el viaje que nos espera y por las historias de impacto y transformación que estamos destinadas a escribir juntas. Agradecemos a la Fundación Vicente Ferrer por inspirarnos con su dedicación incansable. ¡Seguimos trabajando por un futuro lleno de Luz!