Como en cualquier restaurante de la ciudad a hora punta, la cocina de Cáritas Elche trabaja a todo ritmo ultimando los detalles para las y los comensales que llegarán a la hora de la comida. Tras poner a punto el menú del día, Fran Castell, coordinador de cocina, da las últimas instrucciones a las y los cocineros. Poco a poco los platos salen del horno y empiezan a llenar las bancadas, a la vez que aparecen las primeras sonrisas de satisfacción en los rostros de las y los responsables de su preparación.
Sin embargo, hoy nada es tan habitual como parece. Los platos que los y las comensales van a disfrutar han sido preparados por las alumnas del curso de repostería que realiza Cáritas dentro de su programa de inserción socio-laboral. Este equipo, que apenas lleva dos semanas junto, está formado por personas que según explica Noemí Canales, responsable de formación para el empleo, “nunca han tenido ninguna experiencia de éxito en sus vidas, por lo que lo primero que les inculcamos es que se lo merecen, que valen la pena, y que el éxito de este curso es un 80% su responsabilidad”.
La Fundación Esperanza Pertusa inauguró en la sede de Elche de Cáritas el primer “Almuerzo Solidario” con el equipo de diseño de Gioseppo con el objetivo de acercarles la realidad de esta organización y el trabajo que realizamos con ella.
Durante la visita las y los empleados pudieron conocer las diferentes áreas de actuación que Cáritas lleva a cabo en la ciudad. Joaquín Sansano, Coordinador General de Cáritas Elche, explicó que el trabajo de la entidad está dirigido hacia la consecución de una sociedad más justa e igualitaria, “lo que sucede en otros sitios del mundo nos afecta también, por ello inculcamos el respeto hacia los y las demás sin distinción”. Por ello para Cáritas lo más importante es el acompañamiento a las personas, María del Carmen Martínez, Presidenta de Cáritas Elche, contó durante la charla que “dar una bolsa de alimentos puede ser indigno para ellos y ellas, debemos trabajar y acompañar a las personas para que crezcan por sí mismas”.
Pilar Polo acercó la realidad del Programa Mujer, proyecto con el que la Fundación colabora desde hace varios años. El objetivo de este programa es la promoción e integración de las mujeres en la sociedad. Según explicó Pilar, “la mujer vuelve a estar en una situación de riesgo de exclusión social que no se vivía desde hace décadas”, por ello con este proyecto crean ambientes tranquilos en los que conectan con las participantes para conocer sus emociones y necesidades personales para así poder ayudarles en su promoción personal y profesional.
Ana Martínez, responsable de Acogida a Personas sin hogar, contó que la intervención con mujeres ha crecido vertiginosamente en los últimos años y que suelen verse más afectadas por el hecho de verse en la calle. “Su situación emocional al llegar al centro suele ser más desgastada que la de los hombres, por lo que los procesos de desarrollo personal son más extensos”. El fin de los programas del centro de acogida es trabajar las habilidades perdidas para así conseguir una vida autónoma, explica Ana.
Durante la comida los empleados y empleadas de Gioseppo, además de disfrutar del menú preparado por las alumnas y alumnos del curso de pastelería, pudieron compartir sus experiencias con Javier Rubira secretario provincial de Cáritas Diocesana Alicante, quien agradeció su visita a las instalaciones. Joaquín les animó a ser más conscientes de lo que les ocurre a las personas de su alrededor y explicó que la mejor forma de ayudar es “compartir tu vida con los y las demás, ese pequeño gesto de apoyo es gigante para las personas en riesgo de exclusión social y, además, transforma tu vida.
Con este proyecto estamos contribuyendo al Objetivo de Desarrollo Sostenible 17 con el cual se pretende crear alianzas entre diferentes entidades y sectores para contribuir al progreso y lograr los objetivos.