En una sociedad de castas como sigue siendo la hindú, la mujer sigue en un rango menor dentro de la escala social del país. Por ello, resulta esencial centrar el foco en las mujeres de la India para conseguir que alcancen una vida mejor, se sientan realizadas y logren valerse por sí mismas en todos los sentidos.
Para conseguir este objetivo, la Fundación Vicente Ferrer lleva muchos años desarrollando esta labor a través del programa “De Mujer a Mujer”, que busca lograr el empoderamiento y el avance de las mujeres de las comunidades y castas más desfavorecidas de la India. La Fundación Esperanza Pertusa, de la firma de calzado Gioseppo, apoyará y colaborará de nuevo con este programa, lo que demuestra una vez más el estrecho vínculo entre ambas fundaciones en la lucha por la equidad social.
El programa organiza a las mujeres en grupos denominados sangham, en donde se trabaja con ellas y favorece el diálogo y un vínculo personal entre todas. La Fundación Vicente Ferrer dota a las mujeres del programa con una aportación económica y les ofrece asesoramiento para saber administrar sus ahorros.
Siva Kumari Sake es maestra, tiene 26 años y ha entrado a formar parte de un sangham recientemente. Admite que siguió los pasos de su madre. “Mi madre es miembro de uno de los primeros que se crearon en el pueblo y desde pequeña he visto cómo le ha ayudado a criarnos. Fue ella y posteriormente mi suegra las que me explicaron cómo funcionaba, me dijeron cuáles eran los beneficios y me incitaron a pedir más información al organizador de la comunidad de la FVF”, afirma Siva.
El formar parte de estos sangham va más allá de lo económico, pues supone un refuerzo del vínculo social con el resto de mujeres. En palabras de Siva Kumari, siente que tiene “más autoestima” y que ha aprendido a “solucionar los problemas pensando en mí, en lo que puede afectarme positivamente”. Además, destaca que ha aumentado su relación con sus vecinas: “Nos queremos y nos ayudamos mutuamente. Nos aconsejamos entre nosotras sobre cómo cuidar a los hijos o sobre temas personales, nos acompañamos si tenemos que ir al hospital… Me siento más apoyada en mi vida”.
Rathnamma Hunumappa lleva más de 32 años al frente de un sangham. Afirma que las cosas han cambiado desde entonces, y que el trabajo en estos grupos de mujeres tienen sus frutos en el día a día: “Los hombres ya no suelen dudar a la hora de apoyar a sus esposas para que participen en un sangham. La discriminación se ha reducido y en general tenemos más acceso a comida y agua”. Concluye afirmando que “Sin sanghams no hay cambio. Si las mujeres no nos ayudamos, no hay cambio”.
Y para favorecer ese cambio el trabajo de la Fundación Vicente Ferrer resulta esencial en el país asiático. Una labor humanitaria y de justicia, con el objetivo de elevar a la mujer al lugar que le corresponde en una sociedad desfasada. Desde la Fundación Esperanza Pertusa apoyamos y colaboramos estrechamente con los proyectos de la FVF en este marco.